El boom silencioso de las arepadas dominicales en la diáspora
Domingos con arepa y oportunidad en la diáspora.
¿Te has topado con una parrillera, una bandana tricolor y un cuatro un domingo en tu ciudad? No es casualidad: en 2025, las arepadas dominicales se multiplican de Madrid a Santiago y Lima, convirtiendo parques ajenos en casa. Entre arepa, guasacaca y guayoyo, la diáspora venezolana está tejiendo algo grande: comunidad, oportunidad y orgullo.
Qué está pasando y por qué importa
Lejos de ser eventos “mainstream”, estas quedadas nacen en chats barriales de WhatsApp y Telegram, sin marcas ni tarimas. Familias, panas y nuevas amistades comparten arepas, música y cuentos de migración. Lo poderoso no es solo el sabor: es el tejido de confianza que se refuerza domingo a domingo.
“Lo que empezó con una arepa se volvió red: nadie se queda solo un domingo.”
Para muchos, es el primer lugar donde se consigue una recomendación de trabajo, un dato de alquiler honesto o una mano amiga. Y sí, también es terapia colectiva: reírse, cantar una gaita o un joropo y recordar que la nostalgia se cura con compañía.
Cómo funcionan: la economía del cariño
Cada quien lleva algo: desde harina para arepas hasta hielo, sillas plegables o una cava. Se da y se recibe sin formalismos: trueque de saberes, compartir de comida y buena vibra. Hay reglas de oro: recoger la basura, respetar normas de ruido y cuidar los espacios públicos para que la arepada sea bienvenida la siguiente semana.
Si alguien decide vender (tequeños, papelón, postres), lo hace de forma discreta y respetuosa con las normativas locales. La prioridad es el encuentro, no la feria.
Oportunidades que nacen en el césped
De estas reuniones han surgido clases de cuatro, redes de apoyo para mamás recientes, referidos laborales y colaboraciones creativas. También aparecen servicios de confianza dentro de la comunidad: estilistas, técnicos, tutores, fotógrafos, cocineros.
Consejo veneco: verifica perfiles y evita adelantos sin respaldo. La confianza es clave, pero la prudencia también. Si te nace proponer algo, sé claro con precios, tiempos y expectativas; si buscas ayuda, pregunta sin pena.
Ciudades donde prende con fuerza en 2025
Lectores de Veneco y grupos comunitarios reportan quedadas en zonas de Madrid (barrios como Tetuán y parques como Casa de Campo), Barcelona (Parc de la Ciutadella), Santiago de Chile (Parque O’Higgins), Buenos Aires (Chacabuco, Palermo), Lima (zonas de la Costa Verde), Bogotá (Parque El Virrey), Ciudad de México (Parque México) y Miami-Doral (Doral Central Park), entre otras. Los puntos pueden variar según clima, permisos y disponibilidad.
Cómo encontrar tu arepada más cercana
Busca grupos con palabras clave como “venezolanos en [tu ciudad]” en Facebook, Telegram o WhatsApp; revisa perfiles de asociaciones venezolanas locales y centros culturales latinos. Pregunta por la “arepada del domingo” o “pique-nique venezolano” y atento a ubicación y horario. Lleva tu aporte, tu mejor historia y, si puedes, una bolsa para ayudar a dejar todo impecable.
Identidad que conecta: del antojo al arraigo
Estas reuniones son más que comida: son cultura viva. La gaita que suena a noviembre, el cuatro que afina recuerdos, la arepa que abraza sin pasaporte. En tiempos de distancias largas, la comunidad se convierte en hogar portátil, ese que cabe en una manta sobre el pasto.
Cerramos con una invitación desde Veneco: si tu ciudad ya tiene arepada, cuéntanos dónde se arma y qué la hace única; si aún no existe, quizá tu termo de guayoyo sea el primer paso. Donde se comparte, renace la esperanza.